jueves, 6 de septiembre de 2012


No me aventuro ni a pensar que me hubiera gustado escribir, tantas obras de arte de la literatura infantil, que me renuevan y me hacen nacer cada día. Me gusta escribir con mis defectos y con mis virtudes, amo escribir como amo leer. En el tiempo transcurrido en mi aciaga vida, he plasmado mis cicatrices en hojas de papel en blanco. Este cuerpo de miles de hojas se desborda en el quebranto con lágrimas y sangre. Amo lo que escribo con mis múltiples errores.